Es por ello, que llaman mucho la atención los mensajes contrarios que llegan al público desde distintos lugares y que lo único que hacen es confundir a una opinión pública que no sabe a qué atenerse. El pasado miércoles el titular de la cartera de Industria, José Manuel Soria, salía a la palestra para proclamar a los cuatro vientos que el precio de la electricidad bajará “muy probablemente” este año más de un 3,7%, porcentaje en el que se abarató el pasado ejercicio.
¿En qué datos se basa el ministro para hacer semejante afirmación? ¿Se trata de un pronóstico realista o de un mero deseo? Si se trata de lo primero, lo que debería hacer es argumentarlo con datos, y si es algo simplemente voluntarista, debería dejar claro que es así o –lo que sería mejor- abstenerse de hacer semejantes declaraciones que lo único que consiguen es confundir al mercado.
Burda manipulación
Curiosamente, al tiempo que el ministro anunciaba el abaratamiento del precio de la luz para el conjunto del año, también llegaban al mercado informaciones según las cuales, el precio de la electricidad para los clientes domésticos se ha reducido en un 25% si se comparan los precios registrados en los ocho primeros meses de este año, frente al mismo periodo del año anterior. El precio medio pagado hasta septiembre de este año, rondaría los 95,63 euros/ MWh, frente a los 127,80 euros del mismo periodo del 2013.
Para remate, la organización Facua-Consumidores en Acción introducía un poco más de confusión al señalar que el cambio regulatorio en las tarifas eléctricas no sólo no va a provocar bajadas tarifarias, sino que da libertad total al sector para aplicar subidas descomunales mediante prácticas oligopolísticas imposibles de evitar con el nuevo modelo impuesto por el Gobierno.Consumidores ‘calentitos’
Según sus cálculos sobre la evolución del precio de la luz, con la tarifa media de agosto, el usuario medio ya paga un 1,4% más que en el mismo mes del año pasado, porcentaje que habría sido superior para los usuarios con menor nivel de consumo, que habrían experimentado una subida mayor, dado el enorme incremento que ha aprobado el Gobierno para la tarifa fija por la potencia contratada.
En definitiva, el caos persiste, y este es el caldo de cultivo más propicio para que crezca la especulación. El regulador ya ha puesto las reglas del juego y ahora, en vez de jugar a hacer pronósticos desorientadores, lo que debería hacer es limitarse a velar por la transparencia del mercado e introducir los mecanismos de control para evitar posible abusos.
Como ya decíamos hace un par de meses, la única receta eficaz para atajar la raíz del problema es sustituir el intervencionismo y la manipulación, venga de donde venga, y dejar que se pronuncie el mercado. Y este lo que nos dice es que el precio de la luz está subiendo, aunque en cualquier momento –y eso es lo bueno del libre mercado- puede darse la vuelta. Ojalá que así sea.
Fuente: José A. Roca